Las uvas procedentes de las viñas que se destinan a Ángeles de Amaren representan la esencia de nuestra zona. Los vinos de las variedades Tempranillo y Graciano, han sido elaborados y criados por separado, consiguiendo preservar la fruta del Tempranillo y realzar la complejidad del Graciano con su carácter especiado. Ambos vinos han realizado la fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble Francés y Americano.